miércoles, 21 de julio de 2010

Renegociar contratos de gas aunque Alditus se arañe.


Aquí un artículo del felpudini de los oligartos, bueno el muy siempre a su estilo nos quiere taradear con su alarde de gran estadista, lo cual paso a reseñar:


“No me sorprende que en el sur se opongan a la exportación: allí hay siempre una mezcla de rojerío, resentimiento anti limeño, ignorancia y ganas de joder, además que efectivamente a cualquiera que viviese en La Convención le daría bronca que el balón de gas sea mucho más barato en Lima. Pero me sorprende la impresionante miopía de Chiabra. La verdad que pensé que los militares habían aprendido algo de economía básica tras haber destrozado al país con Velasco y haberlo retrasado 30 años con respecto a Chile, pues gracias al estúpido modelo que aquí impusieron, y a que Pinochet fue muchísimo más inteligente que ellos y adoptó el camino correcto -a pesar de que no "estaba de moda" en el planeta- Chile se enriqueció de manera espectacular y así ha podido armar unas súper FF.AA”.

El gran alditus mezcla papas con yucas, que las fuerzas armadas chilenas tengan poderío es gracias al porcentaje de regalías que reciben por la explotación del cobre, y que aquí muchos de tus mecenas se rasgan las vestiduras al escuchar que eso se haga en el Perú con el oro, u otros minerales que el Perú no es dueño sino nos dan como canon, regalías a causa de que Fujimori los regalo a precio ganga, y no pensó.

Y sigue ladrando (hablando):

“A ver si entienden lo básico, al margen de que efectivamente hay algunas cosas que ajustar en la exportación. El gas es un COMMODITY (como el petróleo, el oro, el cobre), un bien que tiene demanda pero que no aporta un valor extra y es indiferenciado en sus características, estandarizado en su precios por marcadores internacionales y que además puede ser satisfecho por cualquier proveedor. Aquellas compañías que invierten en la exploración y explotación de commodities, lo hacen en la medida que tengan más y más mercados disponibles para colocar el bien. A más mercado, meterán más dinero para explorar, cosa que no es fácil en la Selva y menos en un país tan imprevisible, lejano y folclórico como el Perú, con candidatos como Ollanta, parlamentarios como Yonhy, diarios demagógicos como La República y líderes regionales como Guillén o Pizango (a cualquiera le provoca arriesgar su plata en otro lado con estos personajes). Entonces, permitir la exportación es abrir un mercado extra al interno para su commodity al productor, lo cual lo incentiva a perforar más para hallar más gas y así aumentar las reservas•.

Acerca de los contratos Dijo el canciller: “El contrato se va a renegociar para evitar que haya una diferencia entre la regalía que pagamos los peruanos y la que se paga cuando se exporta. No tiene ningún sentido que subsidiemos la exportación del gas”. Ciertamente. El gas en el Perú paga regalías sobre un precio promedio de US$ 2.50 / MMBTU, mientras que el que se exporta a México las paga sobre un precio de US$ 0.51/MMBTU, cinco veces menor. Agregó que “nadie se puede escandalizar pues en todas partes del mundo se renegocia un contrato, y eso no llama a escándalo”. Ciertamente. Dice la Sunat que “desde 1992 hasta el 2002 se firmaron 257 convenios, de los cuales 175 son originales y los 82 restantes son convenios modificatorios de los primeros” (1). Desde esa fecha ha habido nuevos convenios y, también, muchas nuevas renegociaciones. Esta sería una más y, claro, eso no tiene por qué escandalizar a nadie.

La lección más general es que puede haber cosas que están mal en los contratos y el hecho de que se pida su revisión o su renegociación no convierte a los críticos en “malos peruanos”, en “antisistema” o en gente con “intereses electoreros”. En este caso se trata de las regalías. Pero, digámoslo claramente: ese no es el problema principal de los contratos de Camisea. Si así fuera, podría pensarse que una vez renegociadas las regalías, entonces, colorín colorado, este cuento se habría acabado.

No. El tema principal es que primero debe garantizarse el abastecimiento del mercado interno y, solo después, se puede pensar en exportar (con una regalía adecuada para el Estado). Pero en el Perú el mercado interno está desabastecido, pues 4 TCF —el 47% de las reservas probadas de gas— están inmovilizados por 18 años, como garantía del contrato de exportación a México.

Eso es lo que impide que el consorcio Camisea abastezca de gas a los peruanos, cuyos pedidos no atendidos suman cerca de 700 millones de pies cúbicos diarios (ver La República, 13/7/10). Este aspecto, el más importante, no está solucionado. El gobierno dice que hay “un montón de reservas de gas”, pero la cuestión es que solo las reservas probadas se pueden comercializar. Y, repetimos, el 47% está inmovilizada.
http://www.cristaldemira.com/articulodeldia.php

entonces Alditus primero abastecimiento de gas para los peruanos, nuestra industria es primero, segundo igualdad de precios, y por ultimo una regulación y control adecuado porque es una energía no renovable.

Espero sigas publicando barbaridades en el correo Alditus para seguir dándote con todo.